En este artículo quiero comentar algo que siempre me ha llamado la atención, como ciertas personas inteligentes y cultas, algunas, no todas, llegan a ser fervientes defensores de ideas extremistas y se comportan de formas muy distintas a lo que el sentido común podría dictaminar.
Sabías que la forma de detectar a los niños muy inteligentes es porque mienten más que sus compañeros, al ver como controlan mejor la situación sin darse cuenta comienzan a usar: a controlar a los demás con el engaño o la mentira, trazando estrategias y no dejando cabos sueltos.
Estos niños inteligentes muchas veces no eran ni los más guapos, ni los más fuertes, ni los más atrevidos de su clase, su única arma era la inteligencia, puede que eso fuera lo que les arrastraba a seguir los más bajos caminos para controlar o manipular a sus compañeros.
Es curioso sin una correcta educación social ese niño inteligente se puede volver una abominación de su propia inteligencia, desde pequeño aprende que no sirve de nada ser ético o moral, si acaso basta con aparentarlo, un ser capaz de aparentar lo que desea pero que por dentro no tiene escrúpulos para utilizar cualquier técnica a su alcance.
Pero aquí no acaba la cosa, a lo largo de mi vida he podido ver como personas muy inteligentes y educadas se dejándose llevar por ideologías fanáticas y extremistas que no vienen al caso. Pensamientos extremistas donde se niega tácitamente el punto de vista opuesto. Es realmente curioso ¿como son capaces de realizar cientos de cálculos en milisegundos, leer un libro en un día, pero no son capaces de racionalizar sus ideologías sin dejarse llevar por la ira, el orgullo o el odio.
La seguridad en ti mismo, un arma de doble filo:
La seguridad en ti mismo por un lado ayuda a tomar decisiones, estar tranquilo contigo mismo y en general ayuda a que estemos centrados y donde realmente queremos estar. Lo malo es cuando esa misma 'seguridad' nos inhibe de preguntarnos cada cierto tiempo ¿estaré haciendo lo correcto? ya que la respuesta es: Si lo estoy, el cerebro ágil y rápidamente busca las excusas necesarias que aplacan cualquier duda, da igual lo contracorriente que vayas, simplemente es la corriente la equivocada y tu eres el único que va bien.
Es obvio, una persona inteligente siempre se verá superior, no tiene más que comprobarlo cada milisegundo de su vida cuando se ve a si mismo procesando o comprendiendo información a un ratio muy superior a sus compañeros. Es un camino directo hacía el ego en estado puro, no es posible que mi compañero me diga lo que tengo que hacer porque yo soy más inteligente que el: "Yo decido lo que debo hacer sin que nadie me lo diga!"
Ya sea porque la ideología contrario le provocó una decepción, ya sea porque la ideología actual le da las herramientas de control que necesita para ser feliz, ya sea por un sutil labado de cerebro, las personas inteligentes parecen ser los más aptos para ser radicales en muchos aspectos. Finalmente su
Conclusión:
Es muy fácil que una persona inteligente tenga estas 3 características:
- Seguridad en si mismo.
- Ausencia de ética o sentido común hacia los demás.
- Egolatra en estado puro.
Con lo cual obtenemos a una persona que ha dejado completamente el sentido común a un lado y se comporta según considere mejor para controlar su ambiente y alrededor por y para si mismo.
Siempre me ha gustado esa frase Cristiano (evangelio de San Mateo):
"Es más fácil introducir un camello por el ojo de una aguja, que un rico al reino de los cielos"
Que me atrevería a reescribir de esta forma:
"Es más fácil introducir un camello por el ojo de una aguja, que un superdotado al reino de los cielos"
No digo que sea así, pero la dejo para pensar, a ver cual es vuestra opinión.
Sabías que la forma de detectar a los niños muy inteligentes es porque mienten más que sus compañeros, al ver como controlan mejor la situación sin darse cuenta comienzan a usar: a controlar a los demás con el engaño o la mentira, trazando estrategias y no dejando cabos sueltos.
Estos niños inteligentes muchas veces no eran ni los más guapos, ni los más fuertes, ni los más atrevidos de su clase, su única arma era la inteligencia, puede que eso fuera lo que les arrastraba a seguir los más bajos caminos para controlar o manipular a sus compañeros.
Es curioso sin una correcta educación social ese niño inteligente se puede volver una abominación de su propia inteligencia, desde pequeño aprende que no sirve de nada ser ético o moral, si acaso basta con aparentarlo, un ser capaz de aparentar lo que desea pero que por dentro no tiene escrúpulos para utilizar cualquier técnica a su alcance.
Pero aquí no acaba la cosa, a lo largo de mi vida he podido ver como personas muy inteligentes y educadas se dejándose llevar por ideologías fanáticas y extremistas que no vienen al caso. Pensamientos extremistas donde se niega tácitamente el punto de vista opuesto. Es realmente curioso ¿como son capaces de realizar cientos de cálculos en milisegundos, leer un libro en un día, pero no son capaces de racionalizar sus ideologías sin dejarse llevar por la ira, el orgullo o el odio.
La seguridad en ti mismo, un arma de doble filo:
La seguridad en ti mismo por un lado ayuda a tomar decisiones, estar tranquilo contigo mismo y en general ayuda a que estemos centrados y donde realmente queremos estar. Lo malo es cuando esa misma 'seguridad' nos inhibe de preguntarnos cada cierto tiempo ¿estaré haciendo lo correcto? ya que la respuesta es: Si lo estoy, el cerebro ágil y rápidamente busca las excusas necesarias que aplacan cualquier duda, da igual lo contracorriente que vayas, simplemente es la corriente la equivocada y tu eres el único que va bien.
Es obvio, una persona inteligente siempre se verá superior, no tiene más que comprobarlo cada milisegundo de su vida cuando se ve a si mismo procesando o comprendiendo información a un ratio muy superior a sus compañeros. Es un camino directo hacía el ego en estado puro, no es posible que mi compañero me diga lo que tengo que hacer porque yo soy más inteligente que el: "Yo decido lo que debo hacer sin que nadie me lo diga!"
Ya sea porque la ideología contrario le provocó una decepción, ya sea porque la ideología actual le da las herramientas de control que necesita para ser feliz, ya sea por un sutil labado de cerebro, las personas inteligentes parecen ser los más aptos para ser radicales en muchos aspectos. Finalmente su
Conclusión:
Es muy fácil que una persona inteligente tenga estas 3 características:
- Seguridad en si mismo.
- Ausencia de ética o sentido común hacia los demás.
- Egolatra en estado puro.
Con lo cual obtenemos a una persona que ha dejado completamente el sentido común a un lado y se comporta según considere mejor para controlar su ambiente y alrededor por y para si mismo.
Siempre me ha gustado esa frase Cristiano (evangelio de San Mateo):
"Es más fácil introducir un camello por el ojo de una aguja, que un rico al reino de los cielos"
Que me atrevería a reescribir de esta forma:
"Es más fácil introducir un camello por el ojo de una aguja, que un superdotado al reino de los cielos"
No digo que sea así, pero la dejo para pensar, a ver cual es vuestra opinión.