NAVIDAD

De nuevo a llegado la Navidad.

De nuevo vemos como se llenan de adornos las casas, las calles y los comercios, teñidos por esos colores tan característicos como el rojo bermellón o el blanco nieve.

El 21 de diciembre llegó el Solsticio de Invierno, el día con menos de horas de sol del año, un día que siempre ha fascinado a los humanos y siempre han celebrado aunque de formas distintas, celebrando la llegada del Invierno, el fin de las cosechas, la época de descanso donde las horas de oscuridad y la luz artificial se adueñan de las calles y, como no, el comienzo de un nuevo año.

No se sabe cuando nació Jesucristo ya que los evangelios no mencionan fechas, el día de Navidad no fue oficialmente reconocido hasta el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno se proclamó el 25 de diciembre como fecha de la Natividad.

De esta manera seguía la política de la Iglesia primitiva de absorber en lugar de reprimir los ritos paganos existentes, que desde los primeros tiempos habían celebrado el solsticio de invierno y la llegada de la primavera.

La fiesta pagana más estrechamente asociada con la nueva Navidad era el Saturnal romano, el 19 de diciembre, en honor de Saturno, dios de la agricultura, que se celebraba durante siete días de bulliciosas diversiones y banquetes, aunque también absorbía otros numerosos ritos celtas y del norte de Europa que se centraban en estas fechas, de nuevo buscando el Solsticio de Invierno.

Es un día memorable por si mismo ¿Por qué negarlo?, el más oscuro (y probablemente frío) que podamos imaginar, todo se para dar paso a un nuevo ciclo del año terráqueo.

Es el único día donde en el Círculo porlar antártico el centro del Sol solamente toca el horizonte del Norte sin salir durante 24 horas y en el Círculo polar ártico (visible desde parte de Canadá, Groenlandia, norte de Noruega, norte de Rusia e Islandia, etc.) el centro del Sol solamente toca el horizonte del Norte sin ponerse durante 24 horas.

No se puede decir que sea un día vulgar y corriente dentro del ciclo anual de la tierra y eso el hombre ya se dio cuenta hace milenios, por ello viene celebrando este día desde antaño y continua hoy en día aunque sea de forma más encubierta o bajos mitos y Dioses que nada tengan que ver con el suceso astronómico.

Volviendo un poco al tema principal, parece que la Navidad es algo bastante propio del hemisferio norte, ya que ninguno de nosotros se imagina una navidad veraniega, aunque cualquier Australiano, Africano, Sudamericano o Indonesio, por no hablar de cualquier país ecuatorial que se encuentre entre el Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio estarán encantados de mostrar como celebran una veraniega Navidad donde contrastan las abultadas ropas de papá Noel con el trineo y la nieve frente a las playas soleadas.

Así estas fechas que sin ánimo de deslucir me gustaría llamar de oscuridad, de apagamiento, de introspección, donde parece que la naturaleza le dijo al hombre primitivo: "para, entra en tu guarida, enciende un fuego y siéntate, ya volverás a trabajar en primavera" finalmente la hemos convertido en una fiesta del consumismo más loco y festivo de todo el año.

Es como cuando le dices a un niño que se siente, al final acaba haciendo más gamberradas que cuando está haciendo deberes para el cole.

Pero no se pierde ese sentimiento de introspección donde recordamos a los demás, a los familiares, a los más pobres, a los niños sin casa, sin comida, sin familia, que durante todo el año solemos tener más 'al margen', ese sentimiento que muchos denominan "el sentimiento de la Navidad" ese "Christmas feeling" como dicen los anglosajones.

Quiero enviar a todos los que lean este artículo ese sentimiento Navideño, desearos que al menos durante unos minutos tengáis esos segundos, minutos u horas de introspección personal, podáis analizar el año pasado, dejar que paso con añoranza y con cierto sentimiento de pena a través vuestro, (un sentimiento también muy típico en esta época) pero no para quedarse el en, sino para luego buscar el nuevo sentimiento de año nuevo que astronómicamente ha empezado ya (pues los días empiezan a alargarse!), que encontréis esos objetivos, esas metas que deseáis obtener! que encuentres esos ánimos que te hacen vivir el día a día con una sonrisa, este es el momento de pensar en ello, para tomar con buen rumbo el año entrante y vivirlo plenamente ...

Por eso te deseo de todo corazón, querido lector:

FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO